Dicen que lo bueno, si breve, dos veces bueno. Pero, ¿hasta que punto es cierto? Porque al menos a mí me encanta que llegue el calor, y pasarme el día bebiendo horchata al viento fresco, y odio cuando se acaba y morir de frío por las mañanas.
En algunas privilegiadas ciudades de este mundo siempre es verano, sería genial poner a prueba el refrán viviendo en alguna de ellas, y después de un par de años, aborrecer el verano o enamorarte de esa ciudad.
De momento me conformo con escuchar este Endless Summer de la banda australiana The Jezabels. Y ya veremos lo que pasa.
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